domingo, 25 de noviembre de 2012

El aprendizaje nunca termina...

Estamos llegando a la recta final del diplomado y me parece que he aprendido mucho, pero también me parece que aún me falta mucho por aprender. Lamentable o afortunadamente, creo que gran parte de lo que me falta aprender sólo lo encontraré en la experiencia de dar clases y enfrentándome a mis dudas y errores en vivo y a todo color. No obstante, si algo he comprobado (al escucharlo de mis profesores y compañeros) es que para poder ser profesor uno nunca debe olvidar qué se siente ser estudiante. La verdad me parece que ésta es una de las claves de la enseñanza, pues no se puede tener la sensibilidad para pasar a otros el conocimiento adquirido si se ha olvidado cómo se adquirió o si se es incapaz de tener empatía con los estudiantes. Además, me parece que la labor del profesor  implica un constante aprendizaje y un interminable proceso de retroalimentación. Para enfatizar lo anterior dejo una pequeña frase que me encontré en la red y que me parece que sintentiza muy bien lo que he mencionado.

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